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Va de una golondrina que en su camino a Egipto hace una pequeña parada en cierta ciudad donde se encuentra la estatua de un príncipe, el cual siempre fue muy feliz, ya que el entorno en el que vivía (el castillo) era todo un paraíso para el, como este era como una ciudad pequeña, no se daba cuenta de todo lo que pasaba al otro lado de esos muros, es decir el resto de su reino. La golondrina buscando donde descansar y calentarse un poco, comenzó a sentir que gotas de agua caían en ella, creyó que comenzaba la lluvia, pero su sorpresa fue que la estatua del príncipe estaba llorando, a lo cual este explicó que se debía a que nunca se había dado cuenta de lo que realmente pasaba en su reino, ahora desde donde se encontraba podía ver a niños pasar hambre en la calle, madres que trabajaban día y noche para poder darle un poco de comida a sus hijos y un sin fin de cosas que para el eran terribles.⠀

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A raíz de esto, el príncipe comenzó a pedirle favores a la golondrina, estos consistían en llevar las piedras preciosas que tenía incrustadas en sus ojos y espada a distintas personas que estaban pasando por una situación difícil, lo cual también hizo que la golondrina no siguiera su camino a Egipto y se quedara a hacer compañía al príncipe que ahora había quedado ciego.⠀